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REBELIÓN CIENTÍFICA

Somos la comunidad científica rebelándose ante la inacción política frente a la crisis climática y ecológica
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Lucha para salvar Chira-Soria y Barranco de Arguineguín

Desde Rebelión Científica Canarias queremos apoyar la lucha activa que la Plataforma Ciudadana Salvar Chira-Soria Barranco Arguineguín, está llevando a cabo contra la construcción del denominado “Proyecto Central Hidroeléctrica de bombeo Reversible de Chira-Soria”. Este proyecto de almacenamiento de energía es vendido por los promotores de la obra y el Cabildo de Gran Canaria como una pieza clave en la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, un estudio minucioso de los aspectos técnicos de la misma demuestran justamente lo contrario.

Es por ello que mostramos nuestra repulsa ante la construcción de este megaproyecto que no responde a las necesidades reales de la isla y que supondrá una hipoteca para el desarrollo de otras fuentes de energías renovables en la isla por los próximos 50 a 75 años; además de producir un daño ecológico de valor incalculable.

Este proyecto consiste en la construcción de una pila hidráulica que une las presas de Chira y Soria destinada a la acumulación de energía y de una desaladora que producirá el agua dulce que alimentará el sistema. En teoría, almacenará la energía sobrante de energías renovables producidos en aquellos periodos del día de menor consumo (menor precio), para ser vendidos a la red en los momentos de mayor demanda (mayor precio). Recordemos que la construcción y explotación están en manos privadas, de la multinacional Red Eléctrica. A su vez, la hidroeléctrica incrementará el consumo global de la isla de 10 Gigavatios a 11,5 Gigavatios, en vez de reducirlo.

Las obras tendrán una duración mínima de 6 años pero realmente supondrán en torno a 8 a 10 años de obras. Para ello se construirá una conducción de 30 km por el cauce del barranco. Para evacuar la energía se instalarán decenas de torretas y líneas de muy alta tensión de 20, 30 y 70 metros de altura, que atravesarán los espacios naturales del barranco de Arguineguín, afectando a cinco espacios de la red Natura 2000 y una reserva de la Biosfera. Durante la ejecución del proyecto se utilizarán 4000 kilos de dinamita diarias durante un periodo de 70 meses y se creará una caverna del tamaño de la Catedral de Las Palmas de Gran Canaria, extrayendo 1 millón de metros cúbicos de áridos que tendrán que ser removidos con más de 200 camiones de alto tonelaje diarios y que serán depositados en la zona. A través de los espacios naturales del barranco se construirán 24 km de nuevas carreteras dañando de forma irreversible la biodiversidad de la zona.

La desaladora seguirá utilizando mayoritariamente energía fósil, teniendo que bombear agua periódicamente debido a la evaporación y contribuirá al efecto invernadero emitiendo grandes cantidades de CO2 en la atmósfera. Los vertidos de salmuera afectarán al frágil ecosistema marino, destruyendo los Saladares y el medio marino de la zona.

El proyecto industrializará la cuenca hídrica más importante de la Paelo Tamaran (Paleo Gran Canaria) desde la cumbre de la isla, en el Roque Nublo, hasta la franja marina más rica en recursos marinos de la isla. Pondrá durante un mínimo 8 años a los habitantes de un barranco con 2500 personas, a enfrentarse a un infierno y con casi total seguridad a la necesidad de emigrar. Afectados quedarán también el patrimonio arqueológico y etnográfico de la zona.

Con un coste inicial de 218 millones de euros, antes de empezar la obra, ya en el último informe de retribuciones situaba el mismo en 650 millones de euros, para generar una energía que tan solo supondría dentro de 10 años, un 4% de la integración total de renovables de la isla. Este proyecto facilitará el monopolio de la acumulación, el transporte y la “generación” de electricidad, en contra de las directivas europeas, potenciando la implantación de un modelo energético centralizado, que contribuirá al beneficio particular de una multinacional a la que se le entregarán los recursos naturales renovables de Gran Canaria durante 50 años de explotación (con una posible ampliación de 25 años más).

La Plataforma ciudadana Salvar Chira Soria y Barranco de Arguineguín propone el desarrollo de un modelo participativo y distribuido, y que el beneficio de los recursos renovables sea para los y las ciudadanas, trabajando sobre la eficiencia energética, el autoconsumo, las comunidades energéticas y de ciudadanos, que apueste por energías limpias y renovables, con tecnologías de primera generación, colocando Canarias como ejemplo a seguir donde prime la soberanía energética y el decrecimiento del consumo.

Como repulsa a este proyecto, La Plataforma ciudadana Salvar Chira Soria y Barranco de Arguineguín organiza una manifestación el 22 de octubre en Gran Canaria, a la que Rebelión Científica se suscribe como organización. En el link que acompaña, se resumen los principales datos y daños al medioambiente que esta obra generará.

Para más información, aconsejamos seguir en redes a la plataforma @ChiraSoria